HABLEMOS ACERCA DEL ÁCIDO LÁCTICO

El ácido láctico es un compuesto orgánico que se produce en el cuerpo durante la digestión de carbohidratos para obtener energía. También se puede encontrar en algunos alimentos fermentados como el yogur y en la industria alimentaria se utiliza como conservante y agente acidificante.

Está compuesto por la fórmula química C3H6O3. Es un compuesto orgánico de la familia de los ácidos carboxílicos, con un grupo carboxilo (COOH) unido a un grupo hidroxilo (OH) en una cadena de tres átomos de carbono. Es un ácido débil que se encuentra naturalmente en muchos productos lácteos y también se produce en el organismo durante la fermentación láctica.

Para qué sirve el Ácido Láctico

El ácido láctico se forma en el cuerpo como resultado de la metabolización de la glucosa en ausencia de oxígeno. A pesar de que su acumulación puede tener efectos negativos, en los músculos durante el ejercicio intenso, el ácido láctico también cumple diversas funciones importantes en el organismo.

Una de las funciones principales del ácido láctico es servir como fuente de energía adicional para los músculos cuando el oxígeno es escaso. Además, se ha descubierto que el ácido láctico puede desempeñar un papel en la regulación del pH en el cuerpo, ayudando a mantener el equilibrio ácido-base en el organismo.

Que provoca el ácido láctico en los músculos

El ácido láctico se acumula en los músculos durante el ejercicio intenso o prolongado, provocando fatiga muscular y sensación de ardor. Esta acumulación de ácido láctico interfiere con la capacidad de los músculos para contraerse eficientemente, lo que puede resultar en debilidad y dolor muscular. La sensación de ardor y fatiga muscular causada por el ácido láctico es temporal y generalmente desaparece una vez que el cuerpo se recupera y elimina el exceso de ácido láctico.

Por otra parte, el lactato provoca una acidosis metabólica que fisiológicamente induce a un bloqueo neuromotriz, o lo que es lo mismo, crea un estado de fatiga y por lo tanto una disminución del rendimiento.

¿Cómo influye en nuestro rendimiento deportivo?

Cuando realizamos ejercicio, nuestro cuerpo utiliza energía proveniente de lo que llamamos metabolismo aeróbico. Esta energía suele ser suficiente para actividades de baja o media intensidad, así como por ejemplo caminar o pasear en bicicleta.

Sin embargo, cuando la intensidad del ejercicio sube a niveles más altos, la energía proporcionada por la vía aeróbica deja de ser suficiente para cubrir la demanda del trabajo muscular que estamos realizando y se activa una segunda fuente de energía. Esta nos llega por la vía metabólica anaeróbica y nos proporcionara un plus de energía de forma rápida a cambio de acumular lactato.

Cuando se lleva a cabo una actividad deportiva de intensidad creciente;

  • En la fase I, de resistencia aeróbica pura, en la que se produce una activación del metabolismo de las grasas por encima de la glucosa y la concentración de lactato no aumenta los niveles basales. Se habla entonces de un trabajo o ejercicio físico en el que se utilizan las fibras musculares tipo I, o fibras rojas (son las que intervienen por excelencia en el trabajo de resistencia).
  • En la II fase, la intensidad del ejercicio empieza a demandar más energía y ante la insuficiente cantidad proporcionada por las grasas, nuestro cuerpo comienza a utilizar también la energía proveniente de la glucosa, aumentando también el nivel de lactato por encima de los niveles basales. En esta fase nos encontramos en un nuevo estado de estabilidad en el que el lactato todavía no se dispara y se mantiene en unos niveles de concentración moderada.
  • Por último, la III fase, es aquella en la que la intensidad creciente del ejercicio requiere reclamos de potencia y una elevada demanda de energía que hace necesaria la activación de la degradación de la glucosa y por tanto una acumulación mayor de lactato. En esta fase, la concentración de lactato supera su aclaramiento y ya no existe un estado de estabilidad, su aumento es exponencial. Es cuando se utilizan las fibras musculares de tipo II, que son las que se implican en los entrenamientos de velocidad y potencia.

Importancia del ácido láctico

  • Durante el ejercicio intenso, el ácido láctico se acumula en los músculos y puede causar fatiga y dolor muscular. Sin embargo, también ayuda a regular el pH en los músculos y protegerlos de daños.
  • El ácido láctico es una fuente de energía alternativa para el cuerpo cuando los niveles de glucosa son bajos. Puede convertirse en glucosa en el hígado a través del proceso de gluconeogénesis.
  • El ácido láctico también se produce en cantidades controladas durante la fermentación de alimentos como el yogur, queso y otros productos lácteos. Aporta sabor a estos alimentos y ayuda a preservarlos.
  • Se ha demostrado que el ácido láctico tiene propiedades antimicrobianas y puede ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino

En resumen, el ácido láctico es una molécula versátil que desempeña funciones importantes tanto en la fisiología del ejercicio como en la alimentación y la salud digestiva. A pesar de su mala reputación en relación con la fatiga muscular, es una parte esencial de muchos procesos biológicos en el cuerpo humano.

Publicado por Aerolatin

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