Dicen que la música es el lenguaje del alma, pues a través de ella, el ser humano ha podido comunicarse, además de expresar sus emociones y angustias desde la más remota antigüedad.
En líneas generales, este concepto se percibe como algo profundamente agradable y placentero, utilizándolo para relajarse o vibrar con ella. Pero aunque es poco habitual, algunas personas sienten un profundo pánico cuando escuchan cualquier pieza musical. Se trata del trastorno de melofobia, una extraña fobia, de la que poco se conoce y que puede existir en cualquier parte de la humanidad.
La Melofobia hace referencia a la existencia de fobia a la música, es decir, al surgimiento irracional de un elevado nivel de pánico y angustia, ante la exposición a cualquier tipo de música o melodía.
Es importante tener en cuenta que la melofobia no es un simple disgusto o desagrado por la música, sino que se establece un temor patológico que la propia persona considera poco lógico o excesivo para el posible riesgo que podría representar en la realidad. Acercarse, o incluso pensar en exponerse a lo temido, en este caso la música, genera una elevada ansiedad y sufrimiento, los cuales suelen traducirse en una afectación a nivel fisiológico .
SÍNTOMAS DE LA MELOFOBIA
Entre los síntomas fisiológicos que suelen aparecer como consecuencia de dicha ansiedad, podemos mencionar las siguientes:
- Taquicardias.
- Hiperventilación.
- Sudor o frío.
- Agitación o dolor en el pecho.
- Despersonalización o sensación de irrealidad.
- Pérdida de control corporal.
- Insomnio.
- Frecuencia cardíaca elevada.
- Ataque de pánico.
- Náuseas.
- Temblores y llanto sin control.
Todos estos síntomas hacen que las personas tiendan a evitar lo temido, con el fin de no sentir ansiedad, algo que puede generar repercusiones en el día a día, como evitar situaciones de presencia en conciertos, discotecas, fiestas o cualquier tipo de celebraciones.
POSIBLES CAUSAS DE LA MELOFOBIA
Indiscutiblemente, la mayoría de las fobias que existen en la actualidad, nacen de las malas experiencias del pasado y dejan traumas. Puede ser en la etapa de la niñez o inclusive en la adultez.
Una de las teorías, es que la melofobia está vinculada a un mecanismo de defensa contra un estímulo doloroso e impactante a nivel emocional, como por ejemplo, la muerte de un ser querido cercano o una vivencia experimentada como traumática o altamente aversiva.
En este caso, es posible que si la vivencia dolorosa y traumática es asociada a la música, ésta sea vista como algo negativo y ansiógeno y por lo tanto termine siendo evitado.
CONSECUENCIAS QUE PRODUCE LA MELOFOBIA
La melofobia es una afección mental que trae muchas consecuencias para el paciente a corto y largo plazo, en caso que no se suministre un debido tratamiento oportuno.
- Aislamiento total del resto de las personas.
- Limitaciones de la persona a no desenvolverse de manera satisfactoria en las actividades cotidianas tales como trabajar, ir de compras, caminar en la calle, ir al cine, a sitios nocturnos, entre otros.
- A nivel físico esta enfermedad puede generar varias complicaciones en la salud del ser humano: hipersensibilidad auditiva, que se va reflejando de forma negativa, causando malestares generales en el cuerpo. Igualmente, dolores de cabeza, de oído, descontrol cardíaco, complicaciones respiratorias, entre otros.
La Melofobia sin un tratamiento adecuado, puede conducir al paciente a un estado irreversible en su enfermedad, por lo que, puede generar complicaciones muy graves como esquizofrenias, delirios espontáneos, enloquecimiento o más consecuencias degenerativas para la salud.
TRATAMIENTO DE LA MELOFOBIA
A pesar de que la melofobia es un extraño trastorno y poco habitual, puede tratarse en terapia, de la mano de especialistas (psicólogo o psiquiatra), con la finalidad de intentar darle un final a la condición o mantener un mejor control en la ansiedad sentida. De esta manera se mantendrá una postura de enfrentamiento ante las situaciones temerosas, así como también aprender a mantenerse en ellas, sin evitarlas, hasta que la ansiedad se reduzca. El objetivo en general, no es eliminar la ansiedad, sino aprender a gestionarla y reducirla, creando mecanismos y formas de aprender a lidiar (no controlar) el disturbio.
Por otra parte, las técnicas de relajación suelen ser importantes aliadas para llevar a buen término todo el proceso.
“Ser valiente no es la ausencia de miedo. Ser valiente es tener ese miedo, pero encontrar un camino a través de él.”
Aerolatin Oficial 