Al realizar actividad física se incrementa la frecuencia cardiaca, entendamos el proceso mediante el cual sucede este fenómeno.
Si bien es una reacción específica, esta no funciona de manera aislada, existen otros sistemas que también influyen de alguna manera, pero para su entendimiento, y en continuación con un artículo anterior llamado ENTRENA TU CORAZÓN, lo voy a separar de una forma muy sencilla.
La actividad física está definida, a groso modo, como todo movimiento corporal que realicemos con nuestros músculos esqueléticos y que conlleva un gasto calórico. Sin embargo, Devís y cols. (2000) definen actividad física como: «cualquier movimiento corporal, realizado con los músculos esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia personal y nos permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea«. Actividad física para la salud.
Toda actividad física lleva intrínsecamente la participación de masas musculares que son las responsables del movimiento. El proceso mediante el cual esto sucede, se denomina mecanismo de contracción muscular y lo podemos estudiar en tres fases.
La primera: es un mensaje que recorre el sistema nervioso hasta llegar al sistema muscular por la unión neuromuscular, desencadenando mediante los neurotransmisores, reacciones químicas intramusculares.
La segunda: estas reacciones químicas hacen que las fibras musculares se accionen y se atraigan, recortando el músculo, proceso denominado contracción.
Y la Tercera: cuando cesa el impulso nervioso, se revierte el proceso bioquímico, las fibras musculares se relajan y vuelven a sus posiciones originales. Denominada Relajación.
Llegando así a nuestro tema central, el aumento de la frecuencia cardiaca con la actividad físca, podemos decir que las demandas de oxígeno exigidas por las reacciones bioquímicas sucedidas en nuestros músculos, van a hacer que nuestro corazón tenga que aumentar su intensidad de trabajo para surtir de sangre oxigenada a las moléculas musculares y neurotransmisoras para poder mantener el intercambio bioquímico. Este aumento de intensidad se ve reflejado en la frecuencia cardiorrespiratoria.
Otra razón del aumento de la frecuencia respiratoria es el aumento de la temperatura que ocurre con la actividad física, debido al desprendimiento energético, en este caso calor, de los procesos bioquímicos intramusculares, ya que la temperatura corporal en aumento obliga al músculo cardíaco a aumentar su funcionamiento para mantener los niveles normales. Homeostasis.
Por estas razones existe la relación de intensidad de trabajo y frecuencia cardiorrespiratoria. El cuerpo comienza a moverse y a exigir oxigenación para poder mantener la actividad mediante las contracciones musculares. La sangre oxigenada proviene de los pulmones que cada vez deben inhalar y exhalar más rápido para poder suplir la demanda, el corazón late a mayor frecuencia enviando esta sangre que le provee los pulmones. Mientras más intensidad de trabajo se requiera, mayor frecuencia cardiaca.
Esta es la base del entrenamiento cardiovascular. Mejorar la funcionalidad y eficiencia de los sistemas respiratorios y cardíacos a través del movimiento.
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