SÍNDROME DE LA FATIGA CRÓNICA

¿CÓMO LO PODEMOS SUPERAR?

La fatiga es la sensación de agotamiento o dificultad para realizar actividades físicas o intelectuales cotidianas, es un síntoma y, por lo tanto, una sensación subjetiva que aprecia el individuo y que además puede ser expresada o referida de numerosas maneras. 

Por su parte, el síndrome de fatiga crónica, es un trastorno complejo, de causa desconocida y que puede estar relacionada con factores ambientales o genéticos, por lo que si no es canalizada de manera adecuada, puede afectar de manera muy seria, la calidad de vida de las personas, hasta el punto de producir aislamiento social y soledad. El síndrome de fatiga crónica ocurre con más frecuencia en las mujeres y dura más de 6 meses, suele aumentar con la actividad física o mental, pero si la persona se lo propone, puede disminuir con el descanso.

Dentro de las posibles causas

Se desconoce la causa del síndrome de fatiga crónica, algunas personas pueden nacer con una predisposición al trastorno, que luego se desencadena por una combinación de factores, los cuales pueden ser los siguientes:

1. Infecciones virales: Debido a que algunas personas desarrollan el síndrome de fatiga crónica después de tener una infección viral.
2.  Problemas del sistema inmunitario. Por la forma y lo rápido en que se ve afectada la persona que lo padece.
3. Desequilibrios hormonales: Las personas que tienen síndrome de fatiga crónica, también experimentan niveles anormales en sangre, de las hormonas que se producen en el hipotálamo, en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales. 

Los Síntomas

Los síntomas del síndrome de fatiga crónica pueden variar de una persona a otra, y la gravedad puede fluctuar de un día para otro. Entre ellos se pueden mencionar los siguientes:

• Además del cansancio extremo, que no disminuye con el reposo, se asocia a otras manifestaciones generales, como problemas de concentración o de memoria.
• Inflamación de la garganta.
• Dolores de cabeza.
• Depresión y alteraciones del sueño.
• Dificultades con la memoria, el enfoque, la concentración y la agilidad mental.
• Mareos que empeoran al pasar de estar acostado o sentado, a estar de pie.
• Dificultad para la ejecución de actividades como el trabajo regular o practicar el deporte favorito.
• En cuanto al aspecto físico, este no desmejora, por el contrario, las personas que lo padecen, pueden tener un aspecto completamente saludable.
• Dolor muscular o articular sin causa alguna.
• Restricciones en el estilo de vida.
• Aumento de las ausencias laborales.

ERES RESPONSABLE DE TU SALUD. CUANDO SE QUIERE, SE PUEDE!!!

Si bien es cierto que el síndrome de la fatiga crónica puede aumentar con la ejecución de actividad física, previo a múltiples alteraciones en la cotidianidad, también es cierto que los síntomas pueden ser mitigados, llevando un estilo de vida saludable, además de seguir las siguientes recomendaciones:

• Enfócate en seguir un plan de entrenamiento cardiovascular.
• Entrena acompañado y con música que te proporcione la energía y la determinación para seguir adelante y superar la crisis.
• Entrena con sobrecarga, ya que el fortalecimiento de los principales grupos musculares, puede generar un impacto positivo en las personas, logrando reducir significativamente la fatiga, como resultado de la mejora en la eficiencia mecánica, durante la realización de muchas actividades cotidianas.
• Entrena la flexibilidad.
• Asiste a terapia: te ayudará a desarrollar capacidades para afrontar enfermedades crónicas, abordar limitaciones en el trabajo y mejorar la dinámica familiar, también puede ser útil para controlar la depresión, abordar los problemas del sueño, entre otros aspectos.

“Con el tiempo aprenderás a escuchar tu cuerpo y conocer tus límites. Aceptar y adaptarte a tu condición, es básico”.